La tecnología olfativa digital tiene un largo historial de fracasos, desde Smell-O-Vision hasta iSmell.

¿Pero qué pasa con la realidad virtual? Eso es lo que pretende hacer la empresa de Vermont, OVR Technology.

El cofundador Aaron Wisniewski tiene formación en ciencias de la alimentación y trabajó como chef.

Cómo funciona:

El dispositivo olfativo de OVR, ION, se sujeta a la parte inferior del casco de realidad virtual y se conecta por Bluetooth. Contiene un cartucho reemplazable que Wisniewski describe como “un salero lleno de líquido perfumado”.

En la demostración de OVR, puedes oler rosas y malvaviscos. A medida que lo haces, el dispositivo libera moléculas de olor. Los olores se intensifican y se desvanecen con la proximidad de los objetos.

“La RV son tecnologías espaciales que puedes personalizar. Puedes hacer que 100 personas tengan una experiencia diferente una al lado de la otra”, dice Wisniewski.

Hay tres aplicaciones principales:

Salud y bienestar: La experiencia de meditación de OVR, INHALE, se utiliza en clínicas de rehabilitación y desintoxicación.

Formación: Los médicos de campo, que deben aprender a actuar en situaciones de estrés, podrían enfrentarse a malos olores como pólvora, goma quemada o fluidos corporales.

Arte y entretenimiento: Juegos, teatro y cuentacuentos. La OVR ha colaborado recientemente en “Shifting Homes”, una experiencia que explora las tormentas exacerbadas por el cambio climático en Samoa.