Con la posibilidad de que Francia ponga fin a la exigencia de vacunas a finales de este mes, el campeón serbio no vacunado parece dispuesto a defender su título en Roland Garros.

La apuesta de Novak Djokovic de que los países empezarían a relajar sus requisitos de vacunación a tiempo para que él pudiera jugar un gran torneo de tenis ha empezado a dar sus frutos.

Las autoridades francesas anunciaron el jueves que el país ya no exigirá a los visitantes que muestren una prueba de la vacuna contra el virus Covid-19 para entrar en establecimientos cubiertos después del 14 de marzo, lo que muy probablemente despejará el camino para que Djokovic, que era el tenista mejor clasificado del mundo hasta esta semana, defienda su campeonato en el Abierto de Francia esta primavera.

Un portavoz del Abierto de Francia dijo que el torneo planeaba seguir la normativa gubernamental vigente en el momento del torneo, que comienza el 22 de mayo.

Djokovic, que confirmó este año que había decidido no recibir la vacuna Covid, fue deportado de Australia en enero después de que los funcionarios de inmigración de ese país dictaminaran que era un peligro para la sociedad porque podía dinamizar un movimiento antivacunas en ese país.