En primer lugar, el amor sano es la sensación de plenitud que tienes al estar con alguien que te complementa porque te valora tal y como eres, te refuerza y no quiere que cambies. Del mismo modo, te da libertad, te ayuda a crecer en todos los ámbitos de tu vida, puedes completar esta relación con otros lazos de amistad con otras personas y puedes seguir disfrutando de diversos círculos sociales.

Por otro lado, el amor enfermizo es aquel que se convierte en una obsesión. Se basa más en el conflicto que en los momentos felices. Detrás de un amor loco, también está muy desarrollada la idea del amor con un criterio de pertenencia. Desde esta perspectiva, los celos también están justificados para quienes piensan que es imposible amar sin sentir celos en determinados momentos.

Nada más lejos de la realidad, este tipo de mitos lo único que hace es promover una idea insana de los vínculos afectivos. Por ello, el amor no es una propiedad, simplemente porque nadie es una propiedad. Por lo tanto, también existe la libertad individual de romper un vínculo que no es gratificante.

Cuando has caído en las redes de un amor insano, entonces todo tu mundo se complica. Tienes más preocupaciones en el trabajo, menos calidad de vida, más enfados con tu familia, etc. En cambio, cuando tienes un amor agradable a nivel emocional, toda tu vida fluye con más naturalidad. En el amor de estas características, hay menos cambios de humor y menos intensidad en las emociones.