¿Has notado que algunas veces al levantarte sientes los músculos tensos o agarrotados, las articulaciones truenan o tienes la sensación de que no eres tan flexible como la noche anterior?
No tienes porque preocuparte; sentirse así es una experiencia que le pasa a millones de personas.
Pero, aunque es algo común en las personas, la rigidez suele desaparecer muy pronto, pero es muy incómoda mientras dura.
Afortunadamente, existen algunos trucos para sentir alivio pronto.
¿Por qué ocurre esto?
Por lo general, la sensación de rigidez al levantarse obedece a cambios nocturnos en la lubricación de dos funciones diferentes del cuerpo: las articulaciones y la fascia.
¿Qué es la fascia?
La fascia es el principal elemento del llamado “tejido conectivo” y del mismo modo que rodea a los músculos lo hace con los huesos, órganos, vasos sanguíneos, nervios, etc.
Para entenderlo mejor, simplemente hay que imaginar la fascia como una red fibrosa que envuelve y atraviesa el tejido muscular para poder contar con estabilidad y estructura. Esto forma múltiples capas separadas por un lubricante muy parecido a un gel que ayuda a que las capas de deslicen y resbalen con soltura, brindando la sensación de flexibilidad y agilidad.