La economía gig es uno de los ejemplos más claros de globalización, porque conecta a las empresas con trabajadores cualificados de todo el mundo.
Un estudio de la Universidad de Oxford de 2017 descubrió que Ucrania y Rusia representan el séptimo y el duodécimo mayor proveedor mundial de trabajo digital gig, lo que significa que es un momento tumultuoso para los trabajadores gig y las empresas que los contratan.
¿Qué está pasando?
En Rusia, decenas de miles de trabajadores por encargo han sido excluidos de plataformas como Upwork debido a las sanciones económicas impuestas al país.
En Ucrania, muchos trabajadores gig siguen trabajando, pero otros han tenido que retrasar los plazos y poner los proyectos en pausa.
Las empresas estadounidenses utilizan plataformas de trabajo por encargo -como Upwork, Fiverr y Freelancer.com- para encontrar talentos altamente cualificados en campos como el desarrollo de software, el diseño gráfico y la edición de vídeo.
Según Wired, países como Ucrania y Rusia han atraído a empresas estadounidenses y europeas porque los trabajadores suelen ser bien educados, son conocedores de la tecnología y están dispuestos a trabajar por salarios más bajos que sus homólogos estadounidenses y de Europa Occidental.
La continuación del conflicto podría conducir a una mayor desestabilización, dejando al descubierto lo mucho que estas empresas y trabajadores dependen unos de otros.