Un niño que no obedece, no sigue las normas, no tiene límites claros y cuando en casa lo mandan a hacer algo, responde con gritos y berrinches, es alguien afectado por la falta de autoridad.
La falta de autoridad de los padres trae consecuencias negativas en la vida sus hijos. Aquí te mostramos algunas:
• Esto va más allá de la mala conducta del niño.
• El niño crece muy consentido y queriendo imponer su criterio.
• No acepta normas, ni entiende el NO por respuesta. Es difícil que cuando sea mayor, puede cumplir normas, horarios, compromisos, etc., dificultando su convivencia con otras personas.
• No podrá comprender que sus actos tienen consecuencias.
• Se sentirá inseguro.
• Será un adulto que no tolera la frustración y no puede controlar su conducta.