El director general de Disney, Bob Chapek, se enfrenta a una fuerte reacción de los empleados por su gestión de un proyecto de ley de Florida que prohíbe la discusión de cuestiones de género en algunas aulas.
Al principio, Chapek dijo que Disney, que es uno de los mayores empleadores de Florida, no adoptaría una postura oficial sobre el proyecto de ley, argumentando que las declaraciones corporativas sobre cuestiones políticas no son eficaces. Pero cuando esa falta de postura fue criticada internamente y en las redes sociales, Chapek dio marcha atrás oponiéndose públicamente al proyecto de ley y pidiendo disculpas.
Esa disculpa no ha satisfecho a las bases de Disney. Los empleados llevan organizando paros de 15 minutos desde el pasado martes, y mañana está previsto un paro de todo el día.
Para que le ayuden a gestionar la crisis, Chapek podría recurrir, en teoría, al ex director general Bob Iger, que le entregó las riendas en febrero de 2020. El problema es que su relación se ha deteriorado hasta el punto de que no se hablan. Al parecer, Chapek se enfadó porque Iger, ya retirado, se ofreció a ayudar a Chapek a dirigir la compañía durante la pandemia de Covid, socavando la autoridad de Chapek.
La agitación interna amenaza con eclipsar los buenos resultados empresariales de Disney bajo el mandato de Chapek, ya que la empresa superó las expectativas de beneficios, ingresos y suscriptores de Disney+ el pasado trimestre.