Alejandro Sanz estuvo como invitado en el programa La Sexta Noche, donde habló de la aplastante situación de la cultura en tiempos de pandemia, de la guerra en Ucrania y de su mayor confesión antes de subir al escenario para dar un concierto.

La profesión de artista tiene luces y sombras. Se dio cuenta: “O lo vives con pasión o se acaba contigo. Siempre hay que tener ganas, incluso en los días en los que no se tienen ganas. Siempre hay que estar preparado. Siempre hay que estar listo”.

“Siempre quiero ir al camerino cinco minutos antes de la actuación. Quiero morir”, confesó. Es una lucha interior como la de cualquier otra persona. Pero el entusiasmo por la música y todo lo que conlleva siempre gana, sobre todo cuando se trata de dar un concierto.

“Me pregunto qué estoy haciendo y por qué tengo que meterme en este lío, pero una vez que estás en el escenario y has establecido una conexión con el público, todo encaja y a partir de ahí es un mundo diferente. Ese es el momento en el que comprendes que todo el esfuerzo merece la pena.