Desconectarse de la red solía estar reservado a ese amigo del instituto aficionado a las actividades al aire libre que leyó demasiadas veces Into the Wild.
Pero en California, desconectarse de la red está de moda. Según The New York Times, quienes construyen nuevas viviendas optan cada vez más por construir sus propios sistemas en lugar de conectarse a la red.
Algunas de las razones son los cortes de electricidad más frecuentes, el aumento de los costes de la electricidad y los incendios provocados por las compañías eléctricas.
Los precios de los paneles solares han caído por debajo de los 4 dólares/vatio, desde los 11.40 dólares/vatio del año 2000. Las baterías de iones de litio son más baratas y requieren menos mantenimiento que las tradicionales de plomo-ácido.
Pero desconectarse de la red no siempre es la opción más barata. Instalar nuevas líneas eléctricas para conectarse a la red puede costar entre 20,000 y 78,000 dólares, mientras que construir un sistema de paneles aislado puede costar entre 35,000 y 100,000 dólares.
Tampoco es para los débiles de corazón. Si algo va mal -especialmente en el desierto de California- podrías estar muy solo.