El Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió que la guerra en Ucrania podría “convertirse en una crisis mundial de hambre”, y una de las principales causas podría ser el aumento en los precios de los fertilizantes.
Los agricultores de todo el mundo utilizan fertilizantes para dar a los cultivos los nutrientes necesarios y aumentar el rendimiento.
Rusia es el mayor exportador de fertilizantes nitrogenados del mundo pero, debido a las sanciones occidentales tras su invasión de Ucrania, los envíos se han interrumpido, los suministros se han agotado y los precios se han disparado un 10% la semana pasada, y un 40% respecto al mes anterior, según el índice de precios de fertilizantes de Green Markets North America.
En nuestro mundo globalizado, la desestabilización de una región puede tener consecuencias devastadoras para otra. El precio de los alimentos en todo el mundo ya se acercaba a máximos históricos debido a las interrupciones de la cadena de suministro relacionadas con Covid, el mal tiempo y el aumento de los precios de la energía. La guerra en Ucrania no hace más que agravar estos problemas. “Vamos a tener una crisis alimentaria. Es cuestión de cuán grande va a ser”, dijo un director general de fertilizantes europeo.