El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha firmado la controvertida pieza de legislación estatal, apodada por los críticos como el proyecto de ley “Don’t Say Gay”, que prohíbe cierta instrucción sobre la orientación sexual y la identidad de género en el aula.

La nueva ley entrará en vigor en julio y establece que “la instrucción en el aula por parte del personal de la escuela o de terceros sobre la orientación sexual o la identidad de género no puede ocurrir en el jardín de infancia hasta el tercer grado o de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes de acuerdo con las normas estatales”.

Los proponentes dicen que ayudará a los padres a regular lo que los estudiantes aprenden y discuten en la escuela, pero los críticos dicen que es otra en una larga línea de medidas para silenciar y marginar aún más a las personas LGBTQ.

DeSantis tiene un historial de apoyo a la legislación anti-LGBTQ, incluyendo una prohibición de deportes antitrans el año pasado.