Nicky Jam es ahora sinónimo de éxito. El artista puertorriqueño triunfa con su música en todo el mundo, pero su camino no fue fácil. Tras romper con Daddy Yankee, con quien formó el dúo Los Cangris, el cantante cayó en una espiral negativa que acabó por llevarlo a la cárcel.
Tras la ruptura y los problemas, los dos artistas iniciaron sus carreras por separado, pero Nicky Jam no tuvo mucho éxito. En 2004, lanzó el álbum Vida Escante, que no tuvo el éxito esperado y sumió al artista, que entonces tenía problemas con las drogas, en una profunda depresión.
La combinación de drogas, alcohol y depresión hizo que Nicky Jam perdiera contratos y que sus ahorros se esfumaran. La situación le llevó a la ruina y ya no pudo pagar el alquiler. Para sobrevivir, empezó a actuar en la calle.
Luego fue detenido por la policía de Puerto Rico por conducir un coche denunciado como robado, lo que le llevó a la cárcel en 2008.
“Estuve en la cárcel y viví los peores momentos de mi vida. Tuve un momento muy oscuro en mi vida en el que la gente no daba un solo peso por mí, en el que la gente ya no quería escuchar mi música”, explicó en 2017 en una rueda de prensa en la Ciudad de México con motivo del lanzamiento de su disco Fénix. “Por eso me identifico con el fénix, por eso el disco se llama así”.
Su último paso por la cárcel supuso un punto de inflexión para Nicky Jam, que ya había cumplido condena en prisión y decidió empezar de nuevo y rehabilitarse tras su liberación. Su resurgimiento musical comenzó en 2010, cuando superó su adicción a las drogas, se trasladó a Medellín (Colombia) y retomó su carrera. Ya en 2011 lanzó el single Piensas en mí, aunque su primer disco no se publicó hasta 2017 en ese momento.