La operación es el último esfuerzo de la administración Biden para frustrar las acciones de Rusia haciéndolas públicas antes de que Moscú pueda atacar.
Estados Unidos informó el miércoles de que en las últimas semanas había eliminado en secreto programas maliciosos de redes informáticas de todo el mundo, una medida para adelantarse a los ciberataques rusos y enviar un mensaje al Presidente de Rusia, Vladimir V. Putin.
La medida, hecha pública por el fiscal general Merrick B. Garland, se produce en un momento en que las autoridades estadounidenses advierten de que Rusia podría intentar atacar infraestructuras críticas estadounidenses -incluidas empresas financieras, oleoductos y la red eléctrica- en respuesta a las aplastantes sanciones que Estados Unidos ha impuesto a Moscú por la guerra de Ucrania.
El malware permitió a los rusos crear “botnets”, redes de ordenadores privados infectados con software malicioso y controlados por el G.R.U., el brazo de inteligencia del ejército ruso. Pero no está claro qué pretendía hacer el malware, ya que podría utilizarse para todo, desde la vigilancia hasta los ataques destructivos.
Un funcionario estadounidense dijo el miércoles que Estados Unidos no quería esperar para averiguarlo. Armados con órdenes judiciales secretas en Estados Unidos y con la ayuda de gobiernos de todo el mundo, el Departamento de Justicia y el F.B.I. desconectaron las redes de los propios controladores del G.R.U.