Estados Unidos, uno de los principales productores de carne y huevos, está sufriendo su peor brote de gripe aviar desde 2015, y una gran escasez de aves podría hacer que los precios, ya inflados, suban aún más.

Casi 23 millones de aves han muerto a causa del virus o han tenido que ser sacrificadas para detener la propagación.

Hace siete años, casi 50 millones de aves murieron por un brote de gripe aviar. Esta vez, desde que se detectaron los primeros casos en enero y se han infectado infecciones en 24 estados.

El virus es tan contagioso que si se detecta en un solo pollo, hay que matar a toda la bandada.

Incluso los zoológicos, que todavía no han visto ningún brote, están aumentando la protección de las aves en sus exposiciones. Los únicos pájaros que se pueden ver en su visita al zoo son los pingüinos, ya que tienen barreras de cristal que los protegen.

El único riesgo real que la gripe aviar supone para los humanos es el precio de las pechugas de pollo. El precio medio de las pechugas de pollo en EE.UU. aumentó 79 centavos por libra respecto a la semana pasada, y actualmente es 1.45 dólares más alto que hace un año, según el Departamento de Agricultura.