El presidente Biden introdujo el lunes nuevas restricciones a las armas fabricadas por particulares, o las llamadas “armas fantasma”.
Las nuevas medidas clasifican los kits de armas caseros como armas de fuego. Esto hace que los fabricantes deban añadir números de serie a las piezas y realizar controles de antecedentes de los compradores.
La ley pretende hacer más rastreables las armas ensambladas de forma privada. Sin embargo, no existe una base de datos federal sobre la compra de armas en Estados Unidos.