Establecer límites con los niños significa establecer una pauta de comportamiento, incluso cuando no hay una regla oficial en el hogar. Dado que no puede establecer una regla sobre todo, los límites son esas pautas espontáneas que son situacionales.
Pero los límites son buenos para los niños. Les enseña el comportamiento apropiado y les da la oportunidad de mejorar algunas de sus habilidades.
Los límites enseñan autodisciplina a los niños
Establecer límites enseña habilidades de autodisciplina. Cuando dices: “Es hora de apagar tu videojuego y hacer tu tarea”, estás enseñando autodisciplina. Aunque los videojuegos pueden ser más divertidos, es importante ser responsable.
El objetivo final es que los niños aprendan a manejar todas sus responsabilidades, como la tarea, los quehaceres domésticos y el cuidado de sus cuerpos, sin recordatorios.
Ayude a su hijo a desarrollar estrategias que le impongan límites. Dígale a un niño pequeño que “golpee el cronómetro” cuando se esté vistiendo por la mañana y programe un cronómetro de cinco minutos. O dígale a un niño mayor que puede ver la televisión tan pronto como termine toda su tarea.
Los límites mantienen seguros a los niños
Los límites enseñan a los niños cómo mantenerse a salvo. Aunque puede ser seguro para su hijo jugar al aire libre, es posible que necesite límites sobre lo que puede hacer o a dónde puede ir cuando juega solo al aire libre.
Los límites también mantienen seguros a los niños cuando usan Internet y cuando comienzan a realizar actividades de forma independiente. Los límites deben expandirse a medida que su hijo madure.
Dele a su hijo oportunidades para demostrarle que puede ser responsable con los límites que le ha dado. Si pueden manejar los límites que ha establecido, pueden demostrar que están listos para manejar más responsabilidades.
Cree contratos de manejo del comportamiento para ayudar a su hijo a comprender formas concretas que reconocerá cuando necesite menos límites.
Los límites mantienen a los niños saludables
Por naturaleza, la mayoría de los niños son impulsivos y disfrutan de una gratificación inmediata. Por lo tanto, necesitan que los adultos les enseñen a estar saludables.
Se deben establecer límites con los hábitos alimenticios de un niño, por ejemplo. Sin límites, muchos niños comerían comida chatarra todo el día. Establecer límites significa decir: “No, no puedes comer una tercera galleta” o “Necesitas comer una opción saludable primero”.
También se deben establecer límites en lo que respecta a la electrónica. Muchos niños estarían contentos viendo televisión o jugando en la computadora todo el día.
Los límites proporcionan límites y estructura para los niños. Establezca límites con el tiempo frente a la pantalla, el ejercicio, la higiene y otras prácticas de salud que fomenten un estilo de vida saludable.