El gobierno mexicano desprecia a Texas y traslada una propuesta de enlace ferroviario fronterizo a Nuevo México después de que el gobernador de Texas, Greg Abbott, respaldara los cruces fronterizos con inspecciones estatales.

Los diplomáticos mexicanos se reunieron con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, y promocionaron una línea ferroviaria que uniría los puertos marítimos mexicanos en el Pacífico con el cruce de San Jerónimo-Santa Teresa en Nuevo México, a unos 36 kilómetros al oeste de El Paso, Texas.

México había considerado una ruta a través de Texas, pero en los últimos días las autoridades han dicho que ya no pueden confiar en ese estado. Abbott había exigido que todos los camiones comerciales procedentes de México se sometieran a inspecciones adicionales, atascando el tráfico y causando pérdidas millonarias.

La secretaria de Economía de México, Tatiana Clouthier, fue contundente la semana pasada sobre el destino de un proyecto de línea ferroviaria que une el puerto de Mazatlán, en el estado mexicano de Sinaloa, con Estados Unidos y Canadá.

“Hay un proyecto muy importante que ojalá se termine pronto y que conectará Sinaloa y, antes decíamos Texas, pero creo que ya no vamos a usar Texas porque no podemos poner todos los huevos en una sola canasta y ser rehenes de quienes quieren usar el comercio como un tema político”, dijo Clouthier en una conferencia empresarial.