En un nuevo revés para la vacuna contra el coronavirus de Johnson & Johnson, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) limitó su uso a los adultos que no pueden o se niegan a recibir las vacunas de Pfizer-BioNTech o Moderna, alegando problemas de seguridad.
La agencia dijo que se han identificado 60 casos de un raro pero grave trastorno de la coagulación de la sangre, incluyendo nueve muertes, de unos 18 millones de dosis administradas. La medida se produce unos cinco meses después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomendaran las vacunas de Moderna y Pfizer en lugar de las de Johnson & Johnson para las vacunas de refuerzo.
La F.D.A. dijo que, sopesando los riesgos de la vacuna de Johnson & Johnson frente a los beneficios, había decidido limitar su uso a los adultos que no pueden acceder a las vacunas de Pfizer o Moderna, o para quienes esas vacunas no son “clínicamente apropiadas”. Un ejemplo sería el de las personas que experimentaron una reacción alérgica extrema a las otras dos vacunas, dijo la agencia.