¿Alguna vez has tenido una mamá estricta? Si es así, probablemente recuerdes que era una experiencia muy diferente a la de otras madres. Las mamás estrictas tienen una forma muy específica de criar a sus hijos y esto les ha funcionado bien a lo largo de los años. A continuación te presentamos algunos consejos para que puedas ser una mamá estricta:
1. Ten una actitud positiva: La mamá estricta cree en la disciplina y sabe que es importante para el bienestar de sus hijos. Esto no significa que sea una persona negativa, sino que simplemente tiene una actitud firme sobre lo que es correcto y lo que no lo es.
2. Haz las cosas de forma consistente: Una de las cosas que hace que una mamá estricta sea efectiva es su consistencia. No cambia su forma de disciplinar según su humor del día o la situación, sino que mantiene una línea clara sobre lo que es aceptable y lo que no.
3. Explica tus decisiones: Aunque la mamá estricta tiene una actitud firme, también es importante que explique sus decisiones a sus hijos. De esta forma, entenderán por qué se les está pidiendo que hagan determinadas cosas y estarán más dispuestos a cooperar.
4. Sé justa: La mamá estricta sabe que la disciplina debe ser justa. No puede ser excesiva ni tampoco laxa, sino que debe aplicarse de acuerdo a la falta cometida.
5. Enfócate en el comportamiento, no en el niño: Una mamá estricta no critica a su hijo como persona, sino que se enfoca en el comportamiento que está mal. Esto le ayuda a entender que se puede cambiar el comportamiento, pero que la persona en sí es digna de respeto.
6. No seas impaciente: La mamá estricta sabe que la disciplina requiere tiempo y paciencia. No espera resultados inmediatos, sino que se toma el tiempo necesario para que sus hijos aprendan y cambien su forma de actuar.
7. Mantén la calma: Aunque puede ser difícil, es importante que la mamá estricta mantenga la calma cuando disciplina a sus hijos. Perder el control solo hará que las cosas se salgan de control y será más difícil que los niños respondan a la disciplina.
