Y la respuesta: El pastor alemán.

Como su nombre indica, esta raza se originó en Alemania en el siglo XIX y pronto se hizo popular como perro de pastoreo. Sin embargo, con el inicio de la Primera Guerra Mundial y el aumento del sentimiento anti-alemán, el nombre de la raza se cambió a alsaciano en el Reino Unido.

La belleza, la inteligencia y la versatilidad del pastor alemán lo convierten en una de las razas de perro más queridas en todo el mundo. Sin embargo, hace tiempo, los pastores alemanes no tenían cabida en un hogar: estaban ocupados pastoreando rebaños en los campos de Alemania. Sus orígenes como perros pastores se remontan a finales del siglo XIX, pero desde entonces la raza ha sido reconocida por su capacidad para llevar a cabo una gran variedad de tareas, como el trabajo policial y el rastreo de drogas.

Debido al alto nivel de inteligencia y lealtad de la raza, los pastores alemanes son excelentes en situaciones de alta intensidad. Por esta razón, el pastor alemán es una de las pocas razas que han acompañado al ejército alemán en dos guerras mundiales. Su rendimiento fue tan impresionante que incluso los soldados aliados regresaron a sus países con admiración por la raza. Gracias a estas experiencias, la raza se dio a conocer fuera de Alemania y empezó a ganar popularidad a nivel mundial.