Un juez federal impidió que el gobierno de Biden levantara una orden sanitaria relacionada con la pandemia cuya expiración prevista para el lunes habría abierto las puertas de Estados Unidos a los solicitantes de asilo en la frontera por primera vez en más de dos años.
El fallo supone nuevos retrasos para miles de personas que esperan una oportunidad de buscar refugio en Estados Unidos, pero evita una posible crisis en la frontera al dar a la administración más tiempo para poner en marcha su plan para manejar el gran número que se espera. Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional han dicho que se están preparando para recibir hasta 18,000 inmigrantes al día, frente a los 8,000 actuales, si se levanta la orden.
La amplia medida de salud pública, conocida como Título 42, se puso en marcha en marzo de 2020 para controlar la transmisión del coronavirus a través de la frontera. Bajo esa autoridad, miles de migrantes que llegan a las fronteras terrestres han sido expulsados rápidamente, sin que los que huyen del peligro y la persecución tengan la oportunidad de solicitar protección humanitaria en Estados Unidos.