El ex vicepresidente forma parte de un grupo de republicanos que han visitado los primeros estados mientras sopesan un desafío a la fuerza más dominante de su partido.

Después de cuatro años de servicio que rozaron con el servilismo, el cada vez más envalentonado Mike Pence está tratando de volver a presentarse a los votantes republicanos antes de una potencial candidatura presidencial, apartándose de lo que muchos en el G.O.P. ven como lo peor del Sr. Trump. Formando parte de un pequeño grupo de su partido que está considerando presentarse en 2024, independientemente de lo que decida Trump.

Pence primero utilizó discursos de alto perfil para criticar el impulso del ex presidente para anular los resultados de las elecciones de 2020, aseverando rotundamente que el Sr. Trump estaba “equivocado” en su afirmación de que el Sr. Pence podría haber bloqueado la ratificación del Colegio Electoral el 6 de enero de 2021.

Ahora, en las afueras de Atlanta, el Sr. Pence está dando su paso más audaz e inequívoco hacia la confrontación con su antiguo patrón político. En la víspera de las primarias de Georgia, el ex vicepresidente hará campaña con el gobernador Brian Kemp, quizás el principal objetivo de la campaña de venganza de 2022 del Sr. Trump contra los republicanos que no se plegaron a sus mentiras electorales.