María Antonieta de las Nieves, mejor conocida en toda Latinoamérica como la entrañable Chilindrina, quien interpretó por casi 5 décadas su personaje en la inmortal serie de El Chavo del Ocho, ya cuenta con 72 años, pero eso no le impide portar con orgullo y satisfacción su vestuario verde, rojo y amarillo, sus grandes lentes, pintarse unas cuantas pecas en la cara, hacerse un par de coletas y descubrir su chimuela dentadura con su eterna sonrisa.
Y así, después de quedar viuda hace tres años, la poseedora de un récord Guinness por interpretar a la Chilindrina, aseguró que ya está lista para volver a encontrar el amor, sabiendo que no podrá hacerlo con un hombre joven. Sin embargo, la edad no es un impedimento para ella, pues reconoce que la felicidad está disponible en cualquier época de la vida.
“Me encantaría conocer a un hombre soltero, viudo o divorciado, entre 60 y 65 años. Yo tengo 72, pero no me siento ni me veo de esa edad, para nada. Estoy muy nuevita, nunca he salido de paseo, tampoco he sido de pachangas ni nada”, dijo la actriz en una conversación con la revista TVyNovelas en México.
Sin embargo, la actriz confesó que nunca podrá superar la muerte de su esposo, Gabriel Fernández, pues, para ella, 48 años de matrimonio son inolvidables.
“Cuando él murió estuve un año casi inconsciente, no quería hablar con nadie ni ver la televisión; no sabía si estaba prendida, apagada o le cambiaban de canal, solo tenía la vista fija al frente”, reveló la nacida en Santiago Ixcuintla, Nayarit.
Y aunque para ella es importante continuar el camino, y buscar nuevamente el amor, aseguró sentirse muy sola, por lo que lo único que desea es alguien que pueda hacerle compañía. Además, recalcó que ella está “muy nueva”, ya que, aunque su exesposo no fue el primer y único hombre en su vida, según la actriz, no está “muy usada” para hallar un nuevo amor.
Por último, informó que es muy del amor a la antigua, por lo que no espera ni quiere encontrar a su posible nueva pareja por medio de apps de citas; y aseguró que, para ella, es importante la edad, por lo que no quiere emparejarse con un hombre mayor de 70 años, buscando, precisamente, evitar tener que cuidar a alguien enfermo, especialmente considerando que fue una experiencia que ya vivió con su fallecido esposo.