Estados Unidos ha recuperado la codiciada corona de la velocidad en computación con un nuevo y potente superordenador en Tennessee, un hito para esta tecnología que desempeña un papel fundamental en la ciencia, la medicina y otros campos.
Frontier, nombre de la enorme máquina del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, fue declarada el lunes como la primera en demostrar un rendimiento de un quintillón de operaciones por segundo -un billón de cálculos- en un conjunto de pruebas estándar utilizadas por los investigadores para clasificar los superordenadores.