Era un ensayo pequeño, sólo 18 pacientes con cáncer de recto, cada uno de los cuales tomó el mismo fármaco.
Pero los resultados fueron sorprendentes. El cáncer desapareció en todos y cada uno de los pacientes, sin que pudiera detectarse mediante un examen físico, una endoscopia, una PET o una resonancia magnética.
El Dr. Luis A. Díaz Jr., del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering, dijo que no conocía ningún otro estudio en el que un tratamiento haya borrado completamente un cáncer en todos los pacientes.
Por término medio, uno de cada cinco pacientes tiene algún tipo de reacción adversa a fármacos como el dostarlimab que tomaron los pacientes.
La sorpresa fue que ninguno tuvo complicaciones significativas.