Independientemente de cuán perfecta pueda parecer, no existe una relación sin conflicto. Cada pareja está obligada a experimentar una mala racha ocasional: los desacuerdos, los malentendidos y el mal humor general son desafíos inevitables en la vida. Pero a veces estos momentos difíciles no son tan ocasionales. Mientras que las parejas sanas resuelven las fricciones a través de la comunicación compasiva, otras parejas se encuentran luchando en su relación. Esto puede conducir a la animosidad, la depresión y una pérdida general de autoestima.

Aquí hay algunas señales de alerta de que una relación no es saludable:

Deshonestidad

La confianza es la raíz de una relación próspera. Mentir y otros comportamientos engañosos rompen esta confianza, contaminando la honestidad emocional que requiere una relación saludable.

Comportamiento controlador

Cosas como aislar a una persona de amigos y familiares, gobernar las elecciones de estilo personal de una pareja y limitar a dónde van o qué tan tarde se quedan afuera son síntomas de control y manipulación.

Inseguridad

Las críticas sutiles, como llamar a una pareja “demasiado emocional” o hacer un comentario negativo sobre su peso, pueden alimentar el desprecio y agotar la autoestima. De hecho, los consejeros de relaciones descubrieron que las críticas frecuentes son el mejor predictor de divorcio.