Durante más de un siglo, el estado de Nueva York ha restringido la posibilidad de llevar armas de fuego en público. Hasta ahora, los residentes podían tener armas en casa pero tenían que explicar a las autoridades por qué necesitaban llevarlas en la calle.
Pero ahora, la mayoría conservadora del Tribunal Supremo anuló esa ley, y el juez Clarence Thomas escribió en la opinión mayoritaria que el derecho constitucional a portar armas significa que el “por qué” no es asunto del gobierno.
Las autoridades de Nueva York y de otros estados con este tipo de leyes advierten de que inevitablemente se producirán más muertes por armas de fuego, ya que los enfrentamientos cotidianos, como las peleas en los bares o los incidentes de ira en la carretera, se convertirán en violencia.