A medida que los neoyorquinos vuelven a los restaurantes con cierta regularidad, las estrellas de calificación también se reanudan.

La primera reseña con estrella se hizo para La Piraña Lechonera, una caravana en el sur del Bronx que sirve clásicos puertorriqueños. La atracción principal es el lechón, un montón de carne de cerdo asada, chorreando grasa y recubierta de pieles achicharradas.

Ángel Jiménez dirige toda la operación, alternando entre la toma de pedidos, la fritura de tostones y el machete en la tabla de cortar. Jiménez, es “el anfitrión del mejor picnic de Nueva York”.