La capacidad de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) para regular las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero ha recibido un duro golpe por parte del Tribunal Supremo de Estados Unidos.
El Tribunal Supremo decidió que las acciones de la EPA en una norma de 2015, que incluía topes a las emisiones de las centrales eléctricas, sobrepasaban la autoridad de la agencia. Sólo el Congreso tiene el poder de tomar “una decisión de tal magnitud y consecuencia”, dijo en su sentencia.
La sentencia supone un duro golpe para la capacidad del gobierno federal de actuar contra el cambio climático, mientras el mundo sigue estableciendo nuevos récords de emisiones.