Más escándalos que éxitos, paparazzis incómodos, una familia destruída y proyectos fracasados, son algunos de los factores que hacen que más de uno considere que este famoso cantante y actor debería tomar cartas en el asunto respecto a su vida, sus excesos, y sus posibles adicciones, pero él es tajante y por lo pronto en sus planes no figura internarse en una clínica de rehabilitación.

Pablo Montero está perdiendo las últimas cartas que tenía para seguir adelante trabajando, tal es el caso de Juan Osorio quien terminó explotando contra quien era objeto de su incondicional defensa y apoyo, el hecho de que pusiera en riesgo la bioserie no autorizada de Vicente Fernández terminó con la paciencia del productor, pero esto solo es lo más reciente de una serie de desafortunados sucesos en su vida personal y profesional.

Dicen que la negación es parte de todo proceso de un adicto, pero él lleva años en esta etapa pues de nueva cuenta aseguró que se siente muy bien, que está trabajando en un proyecto musical con el que también le rendirá homenaje a Vicente, y también fue contundente al decir que lo de Osorio fue una llamada de atención y punto, pero que nunca se rompió la relación, contrario a lo que el propio Juan dijo.

“Esto no se trata de ir a una clínica, el mismo Juan me lo dijo, es una cuestión de fuerza de voluntad, pero quiero que sepan que toda la serie estuve aplicado, tanto en lo físico como en mi trabajo actoral, pero son cosas que pasan, y cuando pasan solo tienen que “jalarme las orejas, pero bien machín””.

Además dijo que en sus planes está buscar a Doña Cuquita, viuda de “Chente” para hablar con ella, pedirle perdón si es necesario y refrendarle que no solo él sino que su propia madre le tiene mucho cariño.