Un equipo internacional de investigadores de las universidades de Toronto, Oxford y Princeton descubrió un depósito de agua de 1,200 millones de años a 1.8 millas de profundidad en la mina de Moa Khotsong, productora de oro y uranio, en Sudáfrica.
Los geólogos han calificado este yacimiento de “caja de Pandora para la vida” porque en él proliferan elementos como el neón, el argón, el xenón y el criptón. También por su capacidad de producir helio e hidrógeno, que son una importante fuente de energía para los microbios.
También se considera uno de los descubrimientos más importantes para entender si la vida puede prosperar en otros planetas, ya que la muestra tomada del yacimiento contiene todos los elementos necesarios para que la vida prolifere en ausencia del Sol, y proporciona más información sobre cómo se mantiene la vida bajo la superficie de la Tierra.
“Por primera vez, tenemos una idea de cómo la energía almacenada en el subsuelo de la Tierra puede liberarse con el tiempo y distribuirse por toda la corteza terrestre”, afirma Oliver Warr, investigador asociado del Departamento de Geociencias de la Universidad de Toronto y autor principal del estudio.
Warr dijo que se ha abierto una caja de Pandora de energía productora de helio e hidrógeno y que se puede aprender a aprovecharla en beneficio de la biosfera profunda a escala mundial.