Un amplio estudio demuestra que la alimentación sana y el ejercicio físico regular no evitan, por sí solos, los problemas de salud posteriores. Es necesario que se hagan juntos.
La alimentación sana o el ejercicio físico por sí solos no bastan para prevenir las enfermedades crónicas, según una nueva investigación.
La mayoría de la gente sabe que hacer ejercicio y comer bien son componentes fundamentales para la salud en general.
Pero un amplio estudio publicado esta semana en el British Journal of Sports Medicine sugiere que ir al gimnasio no contrarresta las consecuencias del consumo de alimentos cargados de grasa, y que consumir col rizada no puede anular los hábitos sedentarios.