Una de las grandes preguntas que surgieron tras la anulación del caso Roe contra Wade fue si los estados que restringían el acceso al aborto perderían talento e inversión empresarial.
Eli Lilly, el gigante farmacéutico con más de 10,000 empleados en Indianápolis, dijo que le preocupaba que la ley “obstaculizara la capacidad de Lilly -y de Indiana- de atraer diversos talentos científicos, de ingeniería y empresariales de todo el mundo”.
Cummins, que emplea a casi 10,000 indianos, dijo que “impedirá nuestra capacidad de atraer y retener a los mejores talentos e influirá en nuestras decisiones a medida que sigamos aumentando nuestra huella…”.
La Cámara de Comercio de Indianápolis también advirtió que la prohibición del aborto podría dificultar la atracción de convenciones y turistas.