Este proyecto no llegó a entrar en la Ley de Reducción de la Inflación debido a la oposición del GOP.
La insulina es necesaria para más de 7 millones de estadounidenses con diabetes cada día, pero en EE.UU. es tremendamente cara: cuesta ocho veces más que en otros 32 países de ingreso alto.
Según un reciente estudio de Yale, el 14% de las personas que usan insulina en Estados Unidos gastan al menos el 40% de sus ingresos en el medicamento.