Los hogares con mayores ingresos acumularon ahorros y riqueza durante la pandemia, ya que se quedaron en casa y sus acciones, casas y otros activos aumentaron de valor. Pero los datos y las anécdotas sugieren que los hogares de menores ingresos están luchando más profundamente contra la inflación.

Si las familias más ricas siguen yendo de vacaciones, saliendo a cenar y comprando coches nuevos y segundas viviendas- muchos precios podrían seguir subiendo. La Reserva Federal podría tener que subir aún más las tasas de interés para controlar la inflación, lo que podría provocar una mayor desaceleración.

En ese caso, es casi seguro que las familias más pobres volverán a llevarse la peor parte, porque los trabajadores con salarios bajos suelen ser los primeros en perder horas y empleos.