La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, afirmó que se sometió a un test de drogas después de que se filtraran esta semana vídeos suyos de fiesta, que suscitaron las críticas de sus adversarios.
Dijo que quería rechazar las acusaciones de que había consumido estupefacientes aceptando las exigencias “poco razonables” de someterse a un test de drogas.
En general, la respuesta de Marín a la polémica ha sido: “Mira, tengo 36 años, trabajo duro y también me gusta divertirme cuando no estoy trabajando”. “Personalmente, espero que en 2022 sea aceptable que personas con un cargo tan decisivo se pasen la noche cantando y bailando”, dijo.