El Presidente de Rusia, parece querer utilizar la instalación para asustar a los dirigentes de Ucrania y advertir a Occidente de que se mantenga al margen del conflicto.

Mientras los inspectores nucleares internacionales se dirigen a la central ucraniana de Zaporizhzhia, se enfrentan a una situación que pocos habían imaginado: una gran central nuclear que podría convertirse deliberadamente en una potencial bomba sucia, y que Rusia utiliza para intimidar a su enemigo y al mundo.

A lo largo de los últimos seis meses, el Sr. Putin ha invocado repetidamente la posibilidad de una escalada nuclear y en un momento dado ordenó a sus ayudantes, por televisión, que pusieran sus fuerzas nucleares en alerta.