Gran Bretaña ha sido considerada una gran potencia económica mundial, pero no lo sabrías por la reacción de los mercados financieros mundiales al presupuesto que el Reino Unido publicó ayer. De repente, empieza a parecerse mucho a un mercado emergente.

El presupuesto incluía importantes recortes fiscales para las rentas altas y eliminaba una subida prevista del impuesto de sociedades. Además, se ha explicado la cantidad que el gobierno tiene previsto destinar a subvencionar las facturas de energía: 150,000 millones de libras.

La libra esterlina cayó más de un 3% frente al dólar, hasta alcanzar el nivel más bajo desde 1985.

Esta combinación de subida de las tasas de interés y caída de la moneda es lo que suelen experimentar los países sin una buena gobernanza económica, y no las naciones ricas como el Reino Unido, lo que indica una gran preocupación por la deuda pública y la inflación.