La frecuencia cardíaca se convierte en un problema cuando el corazón late demasiado lentamente (bradicardia) o demasiado rápido (taquicardia).
El ritmo cardíaco de un adulto puede ser demasiado lento cuando es inferior a 60 lpm, y demasiado rápido cuando supera las 100 lpm, según la Asociación Americana del Corazón.
Pero las frecuencias cardíacas más lentas y más rápidas no siempre son preocupantes.
La frecuencia cardíaca aumentará a mas de 100 lpm durante el ejercicio y podrá reducirse a menos de 60 lpm cuando, por ejemplo, esté durmiendo.