Según estudios, uno de cada tres niños en edad escolar ha sido víctima de bullying. Y aunque parezca que el problema del bullying va en aumento, hay muchas cosas que los padres pueden hacer para ayudar a evitar que sus hijos se conviertan en bullies.

Aquí hay algunos consejos para que sus hijos no se conviertan en matones:

1. Enseñarles a ser empáticos. Los niños que son empáticos con los demás son menos propensos a ser bullying. Enséñeles a ponerse en el lugar de los demás y a considerar cómo se sentirían si fueran tratados de la misma manera.

2. Poner límites claros. Los niños necesitan saber qué comportamientos están bien y cuáles no. Si no establece límites claros, es más probable que los niños actúen mal. Asegúrese de que sean conscientes de las consecuencias de sus actos, tanto positivas como negativas.

3. Alentar el buen comportamiento. Haga que sus hijos sean conscientes de cuando están actuando de manera aceptable y recompénsalos por ello. De esta forma, aprenderán a asociar el buen comportamiento con la satisfacción y será más probable que repitan esos comportamientos en el futuro.

4. Ayúdelos a manejar el enojo. Muchas veces, el bullying se debe a que los niños no saben cómo manejar sus emociones. Enseñe a sus hijos a identificar sus sentimientos y a expresarlos de manera adecuada. También puede enseñarles técnicas de relajación para ayudarles a manejar el estrés y el enojo.