El hombre más rico del mundo se ha metido en algunos de los conflictos más candentes del planeta.
En las últimas cuatro semanas, Elon Musk ha ofrecido un plan de paz para Rusia y Ucrania que indignó a los funcionarios ucranianos. Ha publicado un tuit sobre el acceso a Internet en Irán que expuso a los manifestantes del gobierno a un esquema de phishing. También ha sugerido en una entrevista a un periódico que China podría apaciguarse si se le diera el control parcial de Taiwán. Un funcionario de Taipei le exigió que se retractara de su sugerencia.
Aunque la mayor parte de la riqueza de Musk procede de su participación en la empresa de coches eléctricos Tesla, su influencia se debe en gran medida a su empresa de cohetes SpaceX, que gestiona la red de satélites Starlink, que puede llevar el servicio de Internet a zonas de conflicto y puntos calientes geopolíticos, y se ha convertido en una herramienta esencial del ejército ucraniano.