Ha sido una gran década para la adopción de la nube.
Este año, el porcentaje total de datos corporativos que viven en la nube saltó al 60%, frente al 30% de 2015.
Tres de los principales actores de la tecnología -Amazon, Microsoft y Google- se han beneficiado de esta tendencia, montando la ola de la nube hasta alcanzar valoraciones récord el año pasado.
La semana pasada, las tres empresas informaron de la ralentización del crecimiento de sus unidades de negocio en la nube, lo que provocó un rápido descenso de sus cotizaciones.
Pero la ralentización del gasto en la nube tiene implicaciones aún mayores:
Dado que la computación en la nube se cobra en función del uso, se considera un indicador general de la adopción de tecnología en la economía.
La ralentización del gasto indica que las empresas están haciendo todo lo posible para recortar gastos en medio de la elevada inflación y el temor a una recesión.