Hay una diferencia entre ambos.
“Tener intimidad” se ha convertido de alguna manera en una forma educada de hablar de sexo, y sin embargo sexo e intimidad no son sinónimos.
Sencillamente, el sexo es un acto físico, mientras que la intimidad puede ser física, emocional, intelectual, espiritual o vivencial.
A menudo, cuando la gente siente la necesidad de intimidad, asume que la obtendrá teniendo sexo. Pero no siempre es tan sencillo: a veces el sexo no es íntimo como uno quiere.
Si lo que deseas es intimidad emocional, por ejemplo, un encuentro puramente sexual puede resultar decepcionante e insatisfactorio.
Por otro lado, hay muchas actividades que se sienten increíblemente íntimas y que no tienen nada que ver con el sexo.