El reencuentro entre la Banda el Recodo y Julio Preciado tuvo que superar diversos obstáculos, desde la pandemia, hasta la recuperación del cantante tras el trasplante que recibió, pero finalmente se hizo realidad, como bien recordarán el gran inicio se dio en Guadalajara, Jalisco, y como cierre con broche de oro de una serie de shows, se eligió una Arena en Ciudad de México que lució completamente abarrotada en un sold out que sigue haciendo historia para la “Madre de Todas las Bandas”.

Al igual que en Jalisco, el concierto inició con El Recodo, quienes ofrecieron un recorrido por diversas épocas de su música, donde no faltaron las rancheritas, las bailables y las románticas. Momentos sumamente especiales como un popurrí a Vicente Fernández y otro más para el “Príncipe de la Canción”, José José, sin dejar fuera grandes himnos como “No me sé Rajar”, “El Sinaloense”, “Y llegaste Tú”, hasta las más nuevas que se han dado en colaboración de millennials del momento como el tema “Brindo” con Mario Bautista o “El Reemplazo” con grupo Firme. Pero claro el momento esperado era la llegada al escenario de quien para muchos es considerado como la voz más importante que ha dado la música de Banda, Julio Preciado.

Con la voz impecable pero siempre ocupando una silla para poder cantar, Preciado fue recibido de pie por la gente con gritos ensordecedores, esta vez no hubo un cambio de vestuario como en el show de apertura con los trajes de las “épocas noventeras”, pero sí una entrega total y una trifecta vocal muy poderosa de la mano de Geovanni Mondragón y Ricky Yocupicio quienes cumplieron una vez más el sueño de cantar junto al “Gigante”.

El repertorio con Julio incluyó hasta corridos en donde Preciado no dudó en criticar lo que se hace hoy en la música, refrendando que es un detractor de los “tumbados”, y sin duda uno de los momentos más especiales se dio cuando se le entregó un reconocimiento muy especial, y es que el cantante es un gran fanático de la Lucha Libre, por lo que el gremio le entregó un cinturón dorado espectacular por sus 35 años de trayectoria.

También fue maravilloso escucharlo cantar con algunos solos de músicos que estuvieron con él en su época, y las conversaciones con Poncho sobre la magia de volver a estar juntos a décadas de distancia.