La Operación Warp Speed, que invirtió miles de millones de dólares en el desarrollo de las vacunas Covid, parecía señalar un nuevo amanecer en la fabricación de vacunas, demostrando cómo décadas de trabajo científico podían convertirse en medicina para salvar vidas en cuestión de meses.
Pero los esfuerzos para probar y producir vacunas Covid de nueva generación están empantanados por problemas burocráticos y falta de financiación.
En un intento de resucitar la Operación, el Presidente Biden solicitó al Congreso, 5,000 millones de dólares para vacunas y terapias de nueva generación.
Pero los republicanos no han dado señales de apoyar su propuesta.
Como resultado, las perspectivas se han debilitado para los dos tipos de vacunas de nueva generación más codiciados: los aerosoles nasales que pueden bloquear más infecciones y las vacunas universales contra el coronavirus que pueden defender contra una gama más amplia de variantes en constante evolución.