Miguel Bosé estuvo el fin de semana pasado en Guadalajara, Jalisco, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), donde el cantautor español presentó su reciente libro “Historia secreta de mis mejores canciones”.
Ahí sorprendió a propios y extraños con una renovada actitud, aunque más delgado, pero abierto a las preguntas y definitivamente dispuesto a hablar de su vida como hace mucho no lo veíamos hacerlo.
El nuevo libro del nacido en la ciudad de Panamá hace 66 años, es la tercera pieza del proyecto especial que arrancó en el 2021 con su autobiografía “El hijo del capitán trueno”, que narra desde cómo se conocieron sus padres hasta los inicios de su juventud, mientras que el segundo capítulo es la serie biográfica que se estrenó por Paramount+.
Fue así como el pasado domingo 27, el músico, cantautor y actor que cuenta con las nacionalidades panameña, italiana y colombiana, presentó públicamente su libro: “mis canciones y mi vida está llena de amor, dolor, secretos, chantajes, risas y emociones. Mi vida siempre ha estado expuesta, eso a veces es muy doloroso”.
“Mi Dios no es el catecismo. Mi Dios no castiga, sino ama. Mi Dios da libre albedrío, no te corta las piernas y no te frustra. Si eres elegido no vas a tener una vida fácil, te quiere despierto. No creo que pueda haber una figura que tenga que obligarte a tener fe”, señaló al hablar de “su Dios”.
Entre sus experiencias, una de las que más llamó la atención, fue la que puso en el estrado en relación al presentador y comunicador popular de la televisión mexicana, Raúl Velasco, considerado, con “Siempre en Domingo”, un generador de formato de larga duración en la industria televisiva mundial, y que mantuvo durante casi 30 años. Y así lo recordó, haciendo hincapié, de manera divertida, como se dio la oportunidad en aquel programa de Televisa:
“El primer viaje que hago, fue un viaje promocional en 1978 y vengo a hacer un Siempre en Domingo, que al final vine, pero no me dejaron hacerlo, porque Velasco me lo prohibió, no me quería por ‘raro’, como que decía: ‘este p*nch* españolito va a enseñarnos a la juventud mexicana qué hacer’. Me prohibió, pero el destino es muy irónico. La primera vez que hice Siempre en Domingo… ‘Siempre lo mismo’ decía dentro de mí, él no estaba; la segunda vez fue para presentar el single de Salamandra y me dice: ‘¿Por qué no nos explicas lo que quiere decir en el texto de Salamandra? Yo me quería morir porque dije que mala suerte, tantos años por fin llego y tener que empezar a hablar del porno (risas),” puntualizó.