ChatGPT, que se abrió a pruebas públicas la semana pasada, puede escribir chistes, trabajar con código informático y redacciones de nivel universitario, e incluso adivinar diagnósticos médicos. Es sencillamente, el mejor chatbot de inteligencia artificial jamás lanzado al gran público.
Si OpenAI, la empresa que está detrás del bot, resuelve sus puntos débiles, ChatGPT podría tener un gran impacto en la sociedad y marcar el principio del fin del trabajo intelectual de cuello blanco. O podría ser simplemente una herramienta ingeniosa.
Es demasiado pronto para saberlo, y se rumora que el mejor modelo lingüístico de la empresa saldrá el año que viene.