Una ciudad de Japón quiere demostrar que se puede aprovechar la energía de la nieve.
El plan consiste en verter la nieve retirada de las calles por las máquinas quitanieves en una piscina: se generará electricidad utilizando la diferencia de temperatura entre la nieve y el aire exterior.
La idea y la esperanza es que este proceso pueda generar electricidad con la misma eficacia que la energía solar.