Al carecer de ingresos estables y, por tanto, de una buena puntuación crediticia, muchos de los entre 350,000 y 500,000 trabajadores de apps de reparto en México pueden tener dificultades para obtener préstamos.
Las empresas que dependen de estos trabajadores han visto la oportunidad de ofrecer créditos a sus conductores, abriéndo potencialmente una nueva fuente de ingresos.
Los expertos alegan que estos préstamos parecen ser trampas de deuda en un entorno en el que las plataformas han estado luchando con la retención de trabajadores.
Más de una docena de repartidores afirmaron que este tipo de préstamos no son populares entre los trabajadores gig y que los consideran demasiado pequeños para asumir sus intereses de alto riesgo.