Los estudios demuestran que ampliar las autopistas “induce” la demanda. En 2015, Los Ángeles gastó 1.000 millones de dólares en ampliar un tramo de 16 km de la interestatal para reducir la congestión, pero tras un breve periodo, el tráfico era igual de malo que antes de la reforma.
Con miles de millones de dólares disponibles para mejorar el transporte a través de la ley de infraestructura aprobada en 2021, los estados tienen ahora la oportunidad de probar nuevas estrategias para abordar la congestión. Pero varios, como Texas y Nueva Jersey, siguen adelante con proyectos de ampliación multimillonarios.